Vivimos en estos momentos una serie de altercados violentos que han empezado en Londres y poco a poco se van extendiendo por toda la isla inglesa, que poco o mucho te sorprenden, pues hoy en día hasta las revueltas sociales parecen haberse contagiado de la falta de sentido que sufre a veces nuestra sociedad. Si bien los hechos empezaron por un supuesto asesinato, lo que generó una ola de protestas y enfrentamientos con la policía londinense, lo que vivimos ahora se ha convertido en una macabra situación "de circo", en un mix de situaciones diversas que se únen enfrente de un edificio o de un comercio, y que bien podría recordar a la última película de Alex de la Iglesia, es decir, en un sin sentido. El uso de las redes sociales para saber qué tienda saquear y qué productos encontrarás podría ser una paradoja de la sociedad capitalista que hemos creado, en la que se usan disturbios para ponerte al día con el último modelo de teléfono móvil. Claro está que se mezclan otras ideas, como el vandalismo por vandalismo, si no que me expliquen qué gracia tiene el quemar edificios con más de un siglo de historia y comercios de ciudadanos de a pie, comunes y corrientes; vamos de los que no tienen ni un puto duro. A estas alturas los verdaderos ideologistas de la protesta, los que se pararon a pensar, deben estar tirándose de los pelos al ver en qué se ha convertido todo.
Pero se me ocurren otros ejemplos de violencia made in siglo XXI. Uno muy bueno son las peleas de turistas en Lloret de Mar con las fuerzas de seguridad catalanas. Otro municipio al que se le fue de las manos con esto del dinero fácil y que ahora ven como estan empezando a surgir curiosas actividades lúdicas como el botellazo al policía. Ya me imagino el anuncio en los países del norte: ¡¡¡vive un fin de semana único de sexo, drogas y alcohol tirado de precio, en el que además podrás aporrear a la policía y reírse hasta de su puta madre"
Por último en los sinsentidos violentos estás las peleas derivadas del mundo del fútbol, en el que da igual que tu equipo gane, pierda o vete a saber tú qué situación. El caso es que todo acabará en ostias por doquier y algún que otro destrozo...a ver si va a tener razón el chaval del sporting y es verdad que también el fútbol hoy por hoy, ha perdido toda su esencia, o por lo menos lo que le rodea.
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