Pasaron los exámenes, pero no con ellos las reflexiones. Me gustaría compartir con vosotros un gráfico que ví hace poco y creo interesante. Refleja la confianza social existente en España respecto a algunas asociaciones y es del año 2008.
Analizando el gráfico, curiosamente y es lo que me gustaría reflexionar, es que una de las principales fuentes de información que tenemos los ciudadanos, como son los medios de comunicación, tenían en 2008 el porcentaje más bajo de confianza social en España. ¿Y qué? podreis decir. Bien, pues resulta que la mayoría de las personas obtienen la información de periódicos y televisión principalmente y la propia comunicación que existe en las personas hace que esta información avance entre la ciudadanía. A su vez esto de la confianza puede sonar raro, pero lo que os puedo decir acerca de ella es que la confianza respecto a algo es una relación asimétrica, ya que cuesta muy poco perderla y sin embargo mucho ganarla, que se lo pregunten a los acampados de Barcelona después de la que se lió en el Parlament de Cataluña. Por este motivo el manejo o manipulación que puedan hacer los medios de comunicación respecto a un tema de actualidad y de opinión pública es muy importante, porque pueden hacer que se infravalore un determinado hecho, o bien todo lo contario, y así controlan la opinión de las masas y la respuesta social. Y esto último, los políticos lo saben.
Pero entonces ¿cómo es posible que los medios de comunicación hayan llegado a esta situación? Y más aún cuando la mayoría de las personas recurrimos a ellos cuando tratamos de argumentar alguna opinión. Recurrir a algo en lo cual no se tiene confianza, ¿paradójico no? Defender algo en lo cual no se cree es reflejo de una sociedad en la cual se van perdiendo los valores e identidades, o bien una sociedad que ha caído en un adormecimiento total, hagan sus apuestas a ver que les parece peor.
Lo que se debe hacer es contrastar diferentes fuentes de información o bien buscarla de primera mano, en su raíz. Por poner un ejemplo ante una noticia de un emplazamiento de almacén nuclear podemos alarmarnos y creernos todo lo que los medios nos puedan decir, o bien buscar en un libro o en internet información real acerca del funcionamiento de un almacén de residuos nucleares, en qué consiste, qué tipos de residuos van, quién lo controla, cómo, etc. En la información están los ingredientes para crear una opinión sólida respecto a un tema, porque somos capaces de controlarlo y así se reduce nuestros desconciertos y temores. De lo contrario somos presa de nuestro instinto emocional, y este si que es fácilmente manipulable por el medio externo.
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