A veces uno mira para atrás y se pregunta cual es la utilidad de todo el esfuerzo que lleva a cabo. Es el caso también de pequeños esfuerzos colectivos e individuales como este blog. También puede serlo todo movimiento social minoritario que acabe por no encontrar respuesta dentro de los cauces políticos y que por tanto acabe por morir más pronto que tarde.
Sin embargo, todo esfuerzo, por pequeño que sea, ha de ser tenido en cuenta. El simple hecho de promulgar un pensamiento, es un acto digno de observación. Reflejar los pensamientos en hechos, y tratar de expresar y convencer a los demás, tiente tanta validez como una votación cualquiera en el congreso de los diputados.
Y es que, aunque parezca lo contrario, un buen puñado de individuos han sido capaces por sí solos de cambiar el mundo. Son nombres como Aristóteles o Platón, como Bolívar, Colón, Darwin, Einstein o Fleming. Todos ellos, a título individual fueron capaces de cambiar su mundo. Hoy, la necesidad de formar parte de un colectivo nos obliga, pero la trasmisión de las ideas no tiene fin. Cambiemos, ya hagamos del mundo un lugar mejor.
Aunque una voz empiece siendo pequeña no hay que desistir ya que cuando menos te lo pienses estás siendo escuchado.
ResponderEliminarAunque no cambies el mundo de todas las personas con que cambies el mundo de una o de un grupo pequeño da ánimos para gritar más fuerte, para darte cuenta que no estás sólo.
Te escribo con la prisa de una tortuga que debería ser liebre... pero que le den al ritmo de la vida con estrés! Siempre es bienvenida una buena reflexión y más si se nombran a estos señores que han empezado con un sueño, con una visión y mira... ahora esa visión les ha hecho eternos.
Un saludo!