martes, 24 de mayo de 2011

Reflexión I La victoria del PP

Después de los resultados de las recientes elecciones municipales, y en algunos casos autonómicas, me surgen una serie de cuestiones, reflexiones, quizás también dudas acerca de lo que se ha denominado “la gran victoria del PP”

Y es que, no me acabo de creer aquello de la gran victoria electoral y democrática del principal partido con políticas de derechas en nuestro país. Primeramente, analizando el porcentaje de votos del PP, se observa que este solamente ha aumentado en un uno por ciento. No realizaré los cálculos para ver en cuanto se traduce este uno por ciento en número de votantes, pero no me equivocaré mucho si digo que prácticamente la misma gente que votaba al PP en otras elecciones, ha seguido realizando el mismo voto. La victoria se ha debido no al auge de este partido, sino más bien a la debacle en el número de votantes del PSOE, el cual ha reducido hasta en un 8% su porcentaje de votos electoral. La diversificación en el voto de los que solían votar al PSOE, junto al auge del voto en blanco, han permitido materializar en la victoria, el premio que esperaban los que siempre votan fieles al PP. La derrota de unos permite la victoria de otros, lo cual no quiere decir que esta victoria signifique un aumento en el número de partidarios.

La fidelidad del PP es otra de las cuestiones que se me plantean. ¿Cómo es posible que en territorios como Murcia, la Comunidad Valenciana o Baleares, lugares con larga tradición “pepera” y casos de corrupción tan sonados como el caso Gurtel, se pueda volver a votar al PP con el pretexto del cambio? Tan paradójico que roza el sin sentido, la única conclusión que se me ocurre es que los votantes del PP lo han hecho pensando más en el país que en sus propios municipios o autonomías, lo cual debería haber sido el principal objetivo de la votación. Y es que, como ejemplo, conozco personalmente el caso de Murcia, comunidad con uno de los mayores índices de paro en el Estado (mayormente por la paralización del sector de la construcción) el cual vivía del progreso de una explotación urbanística que seguramente esconda multitud de casos de especulación. Con el pretexto del cambio puedo entender que el PP salga en comunidades y municipios en las cuales hace tiempo que no gobernaba, pero la continuidad en territorios que no gozan precisamente de un progreso económico y unas políticas claras y limpias, la asocio más a las ganas de un cambio en la política estatal y a otras prácticas más oscuras que bien se alejan de la democracia (favoritismos, puestos de trabajo a dedo…) en vez de la esperanza traducida en voto de una mejora para el territorio en el cual se vive.

Conclusión: victoria del PP sí, pero el por qué de la victoria, quién vota y por qué se vota es lo que deberíamos preguntarnos, si realmente los votos se deben a una esperanza en un partido en vez de una suma de sin sentidos sumados a otras prácticas que se alejan de una verdadera democracia. Y sin olvidar lo anteriormente comentado, que es el abandono en la fidelidad del voto al PSOE, el cual se ha traducido en una diversificación de voto entre otros partidos, entre los cuales han surgido algunos bloques más nacionalistas como Bildu. ¿Significará esta situación un futuro en el cual cada vez existan mayores diferencias entre la España con una política centralista y aquella con un mayor auge del gobierno nacionalista? Es otra de las cuestiones que se pueden reflexionar.

Para acabar no olvidaré de los datos del voto en blanco, el cual de ser una opción en las urnas, hubiese constituido el cuarto porcentaje de votaciones. Quizás la creación de un partido político de la llamada “revolución del 15M” pudiese obtener estos votos, pero de ello ya reflexionaré en otro momento…

by blanki1987

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