lunes, 30 de mayo de 2011

Reflexión V el comportamiento humano

Los acontecimientos con mayor repercusión informativa vividos en los últimos días, especialmente en los últimos momentos y en diferentes contextos: deportivos, políticos, sociales, etc nos han mostrado alguna de las peculiaridades que caracterizan a una especie que conocemos bien, el ser humano.

Cuando la razón y el sentimiento se unen y no siempre en la misma dirección, previa fuerza de voluntad (interna o externa) estamos dispuestos a desarrollar multitud de comportamientos que o bien nos engrandecen o por el contrario nos hacen cuestionarnos el por qué de los mismos, si bien ambos carecen de objetividad cuando simplemente nos paramos a analizarlos. Somos capaces de agredirnos, golpearnos, insultarnos y herirnos sin sentido alguno justificándonos en las órdenes recibidas para acallar las voces que tratan de defendernos y hacer una sociedad más justa e igualitaria. Los hechos ocurridos en plaza Catalunya se desacreditan por sí mismos viendo las imágenes de lo sucedido. Lo paradójico es el pretexto de limpiar las calles para permitir la celebración de un éxito deportivo el cual se sabe que se va a tener que acabar volviendo a “limpiar”. Dicen que el tiempo da la razón, y los jóvenes de la plaza volvieron a dar una lección cuando los mismos que ayer les pegaban, pasaban persiguiendo a otros por delante de sus miradas.

Pero no todo es negativo desde el punto de vista de la convivencia con nosotros mismos, y es que por el contrario la amistad, el compañerismo, la bondad y la humildad a veces sobresalen por encima de la vanidad. El gesto que la noche del sábado tuvieron los jugadores del Barça con Abidal demuestra que también somos capaces de desarrollar comportamientos altruistas, sin interés alguno. Mientras, científicos investigan en proyectos que permitan ayudar a personas que ni siquiera conocen. En este caso, quizás sea vanidad positiva, y lo reconocemos con premios, como el Príncipe de Asturias en ciencia de este año.

Parece que caminamos día a día sin sobresaltos, aunque realmente no sea así, y en un momento determinado, en una situación determinada, un hecho, una decisión, nos caracteriza, nos define y nos muestra al resto. Quizás lo importante sea la característica de la fuerza externa que nos empuja, y en esas están los de la plaza, intentando empujar a los que vivimos amoldados en el día a día; que valga decirlo, no es poco.

by blanki1987

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