LLega el verano, y como todos los años aparecen algunas curiosas costumbres de la época. Una que me llama la atención, a la par que me encabrona, es el hecho de la salida en masa a los centros de las ciudades para solicitar cooperación humanitaria en nombre de alguna ONG. No se si ocurrirá en todas las ciudades, pero desde luego en Zaragoza es así desde hace muchos años, si lo desean les invito a pasearse en el mes de Julio por el paseo de la Independencia.
El caso es que siempre que me han parado (muy amablemente todo hay que decirlo) he contestado lo mismo: lo siento, yo ya pago mis impuestos, que con ese dinero, "los que mandan" hagan lo que tienen que hacer y no se gasten por ejemplo 14 millones de euros mensuales en la guerra de Libia. No me sale de las narices el que me hagan sentir culpable porque los pobres desgraciados de África no tienen un pedazo de pan que llevarse al estómago. Y no es culpa de las ONGs, ellas son solamente unas marionetas más que actúan mientras los de arriba juegan con nosotros, sin preocuparse por nadie nada más que sus bolsillos, y dejando la cooperación y solidaridad humanitaria en manos de las consciencias individuales de cada uno de los ciudadanos.
Puede sonar egoísta, pero casualmente traigo unas cuantas cifras que revelan lo que discuto cada verano en el paseo de la Independencia y que muestran el juego que tienen montado reyes y dictadores de países subdesarrollados junto con nuestros fantásticos, a la par que hijos de puta, líderes políticos nacionales. Así que ahí van:
- Organizaciones como Transpariencia Internacional calculan que actualmente podría haber del orden de 90.000 millones de euros en cuentas bancarias a nombre de dirigentes, parientes y colaboradoes.
- El Banco Mundial estima que, solo de África, cada año se desvía a cuentas bancarias de países europeos o norteamericanos la cuarta parte del dinero público del continente.
- Mientras que países como Suiza empiezan a congelar parte de dichas cuentas, e intentar devolverlo a los nuevos gobiernos de los países subdesarrollados, otros como Francia e Italia no solo no lo practican, sino que abren nuevas procedentes de las congelaciones realizadas por otros países. A la ministra de asuntos exteriores francesa le ha costado el cargo el negar el parentesco existente entre el exlíder tunezino Zine el Abidine Ben Alí con alguno de sus parientes residentes en Francia. De hecho, economistas del Global Financial Integrity, estiman que el dinero que se ha volatilizado en ese país debido a la corrupción y los sobornos supera los 840 millones de euros anuales.
- El presidente egipcio Mubarak podría haberle robado a su pueblo 30.000 millones de euros. Dicho dinero procedería del expolio de los países desarrollados sobre los subdesarrollados lo cual se traduce en ingresos bancarios en cuentas extranjeras más una serie de empresas tapaderas, testaferros, cuentas de custodia, yates, negocios...y todo ellos en varios países a la vez.
- Reino Unido y EEUU son los países que mayor control pueden ejercer en las cuentas fiscales y actualmente sus políticas al respecto difieren totalmente de la de países como Suiza, en el que una nueva ley denominada ‘Lex Duvalier’ acelera los procesos de cancelación y congelación de cuentas de supuestos líderes derrocados como los de los últimos países árabes. El objetivo es ir devolviendo ese dinero a los nuevos gobiernos democráticos y justos para que lo inviertan en el pueblo. Actualmente el porcentaje de devolución es muy reducido en comparación a las fortunas acumuladas por los tiranos.
- El clan Gadafi tenía depositados unos 4400 millones en el Banco Nacional Suizo en 2008. Actualmente Suiza a podido congelas 460 millones. Se calcula que la fortuna total de los Gadafi, amasada a lo largo de más de 40 años en el poder de un país que es el cuarto productor de petróleo del mundo, rondaría los 87.000 millones de euros.
- Situaciones parecidas ocurren en países como Perú, el Congo, Nigeria, Angola, Filipinas, Haití...
- La Unión Europea elaboró a finales de 2001 una lista de 75 páginas con nombres de personas y organizaciones sospechosas cuyas cuentas había que congelar. A principios de 2010, un parlamentario alemán se interesó por la cantidad de dinero de organizaciones terroristas que se había congelado; la respuesta: 203 euros y 93 céntimos.
Tras esta serie de datos y cifras, es lógico pararse a pensar como hemos llegado a esta situación, desde luego es la herencia de un orden mundial que se estableció siglos atrás y que actualmente sufren los más desfavorecidos. Pero lo que me cabrea de verdad es que nos hagan sentir culpables a los ciudadanos cuando hay personas que acumulan todo el dinero de un país a costa de los negocios que establecen con los dirigentes de nuestros países. Y no queda aquí la cosa, sino que encima también nos roban, nos llevan a una crisis que nos deja en el paro y se nos ríen en la cara. Me gustaría saber si Camps es voluntario de Unicef o alguna ONG por el estilo, si por lo menos nos robase para acerse socio en la avenida valenciana que se precie ocupen los amables trabajadores veraniegos de Unicef. Pero lo dudo, dudo que estos cabrones tengan las narices de no ser lo realmente hipócritas que son.
Espero que algún trabajador de ONG se lea este blog en algún momento y así me ahorre el discursito o por el contarior que piensen, que el verdadero hijo de puta, soy yo.
PD: Los anteriores datos los de seleccionado de un reportaje del cual adjunto el enlace a continuación:
http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id=66698&id_edicion=6147&salto_pagina=0
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